El Incidente del Teléfono

El Incidente del Teléfono

El día de Juan parecía estar mejorando ligeramente. Después del desastre con la cafetera por la mañana, había logrado llegar al trabajo sin mayores contratiempos. Pero como siempre, el universo tenía otros planes para él.

Sentado en su escritorio, Juan estaba concentrado en su trabajo cuando su teléfono comenzó a sonar. No era un sonido inusual, pero esta vez parecía que el teléfono estaba decidido a hacerse notar. Con cada timbre, el volumen parecía aumentar, llenando la oficina con una cacofonía estridente.

“¡Oh no, no ahora!”, murmuró Juan mientras trataba frenéticamente de encontrar el teléfono entre los papeles dispersos en su escritorio. Pero justo cuando estaba a punto de agarrarlo, su silla decidió que era el momento perfecto para deslizarse hacia atrás, enviándolo rodando hacia atrás y golpeando el armario detrás de él con un estruendo.

“¡Ayuda! ¡Socorro!”, gritó mientras trataba de detenerse agarrándose al borde del escritorio. Pero solo logró arrastrar consigo una pila de informes que se derramaron por todas partes, cubriéndolo en una lluvia de papeles.

Finalmente, con un esfuerzo sobrehumano, logró detener su caída justo antes de chocar contra el suelo. Jadeando y con el corazón acelerado, se levantó y miró a su alrededor, solo para encontrar a sus colegas mirándolo con una mezcla de asombro y preocupación.

“Estoy bien, estoy bien”, dijo rápidamente, tratando de recoger los papeles que habían caído. Pero el teléfono seguía sonando, ahora como un teléfono de alarma de incendios en una película de catástrofes.

Finalmente, con un último esfuerzo, logró agarrar el teléfono y contestar con alivio. “Hola, ¿Juan hablando?”, dijo, tratando de mantener la calma a pesar del caos que lo rodeaba.

“¡Juan, al fin te encuentro!”, fue recibido por una voz frenética al otro lado de la línea. “¡Tenemos una emergencia! ¡El informe para la reunión de mañana está completamente equivocado y necesitamos arreglarlo ahora mismo!”

Juan sintió que su cabeza daba vueltas. ¿Una emergencia? ¿Un informe equivocado? Parecía que su día de desastres no había terminado aún.